25/7/17

LA VERGÜENZA NEOLIBERAL (2ª PARTE)

 
John Maynad Keynes, economista británico (1883 - 1946)

John Maynard Keynes decía que “El capitalismo es la asombrosa creencia de que los hombres más perversos harán cosas por el mayor bien común”. Siguiendo esta frase, realicemos una breve reseña histórica acerca de la moralidad de este sistema:

La historia del capitalismo en Latinoamérica comienza el siglo XV con el proceso de descubrimiento y colonización, destinado a la expansión del comercio, a la obtención de propiedades territoriales y a la extracción de riquezas (oro y plata).

En Sudamérica, en el año 1879 se produjo una guerra entre Chile Perú y Bolivia, que por más que muchos historiadores conservadores catalogaran como conflicto heroico, fue más una pugna entre distintos gobiernos por el dominio de la riqueza mineral: el salitre.


La Primera Guerra Mundial tenía como telón de fondo una expansión política y comercial de las principales potencias de Europa.

La Segunda Guerra Mundial principia con el afán del fascismo y el nazismo de abrir espacios para el desarrollo de las burguesías nacionales; como por ejemplo: la expansión fascista colonizadora de África y la expansión colonizadora alemana en Europa en busca de pueblos a esclavizar y sojuzgar en busca de riquezas materiales.

Neoliberalismo: doctrina y falacias 



Sistema económico surgido en Chile tras el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, contra el gobierno constitucional de Salvador Allende. Este sistema posee una santísima trinidad: la reducción al mínimo del Estado, la privatización de empresas y servicios públicos y un gasto social prácticamente nulo… 

 Lo vivimos y pensamos en nuestro diario quehacer, es aquello que el pensador marxista italiano Antonio Gramsci denominaba hegemonía.

El neoliberalismo dice ser pariente del liberalismo clásico, aquel que respetaba las libertades públicas e individuales, que se oponía tenazmente a las monarquías absolutas y que amparaba y propugnaba el libre comercio. De aquel liberalismo clásico, eso sí, en lo único en que tiene cierta semejanza es en el “amparo al libre mercado”, y lo ponemos entre comillas porque sabemos que este sistema favorece la concentración de la riqueza a través de monopolios y oligopolios.


De acuerdo con el libro El otro modelo (2013), el neoliberalismo trata de ejercer superioridad filosófica y económica en base a dos falacias, a saber:

A) Que el denominado Estado del Bienestar (que provee seguridad a los ciudadanos entendiendo derechos sociales como universales), constituye un camino de servidumbre, como lo denominó Friedrich Von Hayek, pues las prácticas de aquel Estado debilitarían a las instituciones democráticas, fomentando prácticas clientelísticas del Estado hacia el ciudadano.

En síntesis, por esta vía se llega al totalitarismo y a la esclavitud.


B) El desarrollo se alcanza cuando el Estado no interviene en materia económica. 

Ante esto, señalaremos que “Desde el siglo XX todos los Estados que han alcanzado el desarrollo lo han hecho merced a una política industrial atizada desde el Estado”. 

Karen Hudes y la conspiración 

Karen Hudes

Karen Hudes es graduada de la escuela de Derecho de Yale y trabajó en el departamento jurídico del Banco Mundial durante 20 años. En calidad de asesora jurídica superior, tuvo suficiente información para obtener una visión global de cómo la élite domina al mundo. De este modo, lo que cuenta no es una 'teoría de la conspiración' más.

De acuerdo con la especialista, citada por el portal Exposing The Realities en el año 2012, la élite usa un núcleo hermético de instituciones financieras y gigantes corporaciones para dominar el planeta.

Hudes también señala; basada en un estudio del Instituto Federal Suizo de Tecnología, de Zürich, que analizó las relaciones entre 37 millones de empresas e inversores de todo el mundo y que descubrió que existe una "superentidad" de 147 megacorporaciones muy unidas y que controlan el 40% de toda la economía mundial; que un pequeño grupo de entidades, en su mayoría instituciones financieras y bancos centrales, ejercen una enorme influencia sobre la economía internacional entre bambalinas.


"Lo que realmente está sucediendo es que los recursos del mundo están siendo dominados por este grupo…Los capturadores del poder corruptos han logrado dominar los medios de comunicación también”.

Según Hudes, también dominan las organizaciones no elegidas y que no rinden cuentas pero sí controlan las finanzas de casi todas las naciones del planeta. Se trata del Banco Mundial, el FMI y los bancos centrales, como la Reserva Federal estadounidense, que controlan toda la emisión de dinero y su circulación internacional.

La cúspide de este sistema es el Banco de Pagos Internacionales (BPI):

Sede del BPI

"Una organización internacional inmensamente poderosa de la cual la mayoría ni siquiera ha oído hablar controla secretamente la emisión de dinero del mundo entero. Es el llamado el Banco de Pagos Internacionales [Bank for International Settlements], y es el banco central de los bancos centrales. Está ubicado en Basilea, Suiza, pero tiene sucursales en Hong Kong y en Ciudad de México.

Es esencialmente un banco central del mundo no electo que tiene completa inmunidad en materia de impuestos y leyes internacionales (...). Hoy, 58 bancos centrales a nivel mundial pertenecen al BPI, y tiene, con mucho, más poder en la economía de los Estados Unidos (o en la economía de cualquier otro país) que cualquier político.

Cada dos meses, los banqueros centrales se reúnen en Basilea para otra 'Cumbre de Economía Mundial'. Durante estas reuniones, se toman decisiones que afectan a todo hombre, mujer y niño del planeta, y ninguno de nosotros tiene voz en lo que se decide.


Este Banco de Pagos Internacionales es una organización que fue fundada por la élite mundial, que opera en beneficio de la misma, y cuyo fin es ser una de las piedras angulares del venidero sistema financiero global unificado".

Finalmente, de acuerdo con Hudes, la herramienta principal para esclavizar naciones y gobiernos enteros es la deuda…

"Quieren que todos nuestros Gobiernos sean esclavos de la deuda, y por ende, toda la ciudadanía, y quieren que nuestros políticos sean adictos a las gigantescas contribuciones financieras que ellos mismos canalizan en sus campañas. Como la élite también es dueña de todos los medios de información, esos medios nunca revelarán el secreto de que hay algo fundamentalmente erróneo en la forma en que funciona el sistema”.


FUENTE: rebelion.org
Jorge Molina Araneda
19/07/2017

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